lunes, 23 de febrero de 2009

recuerdos


Mi pasión por la música comenzó, aunque parezca mentira, en los años 80, cuando aprovechaba las ausencias de mi hermano en casa para colarme en su habitación y pinchar música de la colección de cintas que tenía en el cajón de su mesilla. Cintas de scorpions, AC/DC, Metallica... pero sobre todo lo que más me molaba era su repertorio de música rock cantada en castellano, Platero y tú, Barricada, Parabellum... que con bastante imaginación y poniendo la minicadena a todo volumen inventaba imaginarias guitarras mientras gesticulaba haciendo que tocaba sin parar. Aquello duró bastantes años, la verdad que nunca jamás desde entonces he dejado de escuchar música.
Hay veces que sigo imaginándome tocando en directo ante miles de personas que corean "mis canciones".
Los años 90 fueron años muy intensos en los que yo por entonces era ya muy fanático de platero y tú y era raro que vinieran a la rioja sin estar yo presente en alguno de sus conciertos. Que dura es la adolescencia...
Aproximadamente corría el 2001 cuando por fin decidí comprarme una guitarra española, mi primera guitarra que me costó diez mil de las antiguas pesetas y empezar a aprender mis primeros acordes básicos gracias a los apuntes que tenía una amiga mía y que me sirvieron para coger soltura en el mástil, a ello me ayudó un amigo que tenía por entonces y que sabía la hostia de guitarra y de armonía.
Al año siguiente me compré una guitarra eléctrica y seguí con mi aprendizaje mientras quedaba de vez en cuando con algún amigo para tocar y pasar el rato en algún local de ensayo.
En el 2004 y con algo más de experiencia quise buscarme un grupo de rock en Logroño que me pudiera aportarme algo y así seguir aprendiendo, y asi fue cómo entré en error fatal, un grupo que presumía de hacer punk-rock, pero de rock tenía poco. Cada ensayo era un festival punk, canciones facilonas, letras poco curradas y un sonido poco cuidado ya que perdíamos muy poco tiempo en enchufarnos. Mi primer concierto fue en arnedo, en la asociación cultural "la cuesta" y compartimos cartel con el grupo Enblanco que seguramente nos dieron diez mil vueltas, y eso que por entonces todavía estaban un poco verdes. El resto de conciertos fueron en Nájera, que fue el peor concierto de mi vida, viajamos dos veces a gijón, tocamos en Madrid, en la mítica sala Barracudas y algún bolo más. A esto hay que añadir mi primer sueldo como músico en una actuación veraniega en un pueblo de aragón con una orquesta semi-profesional, fue toda una experiencia. Volviendo a lo del grupo duré unos seis meses, suficiente para comprender que estaba en una situación de estancamiento musical en el que tenía que dar una pronta solución.
Sin mucho pensar y en un momento en el que me faltaba inspiración y falta de aprendizaje me apunté en Nájera a un curso de guitarra española y ahí fue donde aprendí a leer música por tablatura, arpegiar con los dedos y otra serie de técnicas que me fueron de gran utilidad. Al acabar el curso quise hacer otro pero de guitarra eléctrica y me apunté a una academia de Logroño donde estuve seis meses más aprendiendo nuevas técnicas.
Llegó el 2006 y me encontré sin rumbo y queriendo crear un grupo desde cero, fue cuando contacté con José Ignacio Hurtado; poeta, músico, compositor, y por aquel entonces compañero de curro. Nos juntamos junto con un conocido de José Ignacio llamado David y actual guitarrista del grupo Naive. La historia duró muy poco debido a la falta de tiempo de cada uno.
Y por fin aquí estamos en el 2009, en plena crisis económica y el destino hace que me vuelva a juntar con José Ignacio Hurtado, esta vez haciendo temas acústicos que algún día como sea darán salida a algún que otro concierto. Yo mientras tanto, aprovecho algún ratillo en casa para poner la música a todo trapo e improviso con imaginarias guitarras y me enfrento ante miles de personas que corean mis canciones.